Para empezar, nos fuimos todos los duendecillos de excursión al teatro para ver una obra de lo más entretenida en la que además de animar con gritos y palmas, estuvimos jugando con una pelota enoooorrrmeeee. La pelota iba y venía por los aires, y allí estabamos todos con los bracitos bien estirados para intentar darle.
Después nos pusimos en marcha para la guarde, papás y mamás incluidos, y cada uno nos fuimos a nuestra clase para realizar unos talleres navideños. El nuestro consistió en hacer coronas de adviento y fue de lo más entretenido trabajar con nuestras familias: que si pegamos un círculo de cartulina por aquí, que si trozos de fieltro por allá...el colorido como siempre no faltaba por ningún lado, y por ningún lado quiero decir en toooooda la clase.
Cuando todos terminamos nuestras coronas, que por cierto, nos quedaron geniales....¡empezó la fiesta! Comenzaron a salir de la minicocina platos y platos de comida y vasos de refresco....que yo me pregunto ¿cómo puede dar tanto de sí una cocina tan pequeña? .
El hecho es que aunque hayamos estado durante todo este mes decorando, cantando villancicos, viendo imágenes navideñas,etc etc. la Navidad llegó a la guarde ese día. Por eso sólo me queda deciros a todos:
MIL GRACIAS DE CORAZÓN Y FELIZ AÑO NUEVO
P.D ¡Nos vemos el año que viene! Jejeje